Orquesta La Narváez
LA REENCARNACION DE LOS TROMBONES
La orquesta fue conformada en Bushwick, Brooklin en Nueva York por el trombonista Dewell Narváez a la edad de 14 años, quien recibió la influencia directa de la música latina en los inicios de la década de los años setenta, marcados por bandas como la de Eddie Palmieri y la de Willie Colón, definidas por el sonido fuerte y característico de los trombones callejeros, que, de alguna forma, identificaban a los latinos que vivían en esa ciudad.
De modo que Dewell Narváez creó en el barrio de Brooklyn una banda de trombones que se llamó La Orquesta Narváez. Su fundador compuso tres canciones que fueron grabados en 1975 por Freddy Fender: "Hombre", "Camarón" y "Al despertar". Con su orquesta propia, Dewell grabó el álbum Reincarnation para el sello Tico. Y lo ensalzamos directa y simplemente: el álbum se convirtió en un icono de la salsa, pues hoy, cuatro décadas después, el disco sigue vigente. Porque los temas "Obra del tiempo", "Negrita", "Reincarnation", "Sabiduría", "La mafia", "El malo" y "El Amor de Puerto Rico" permanecen en la memoria y el corazón de los salseros de antaño y de las nuevas generaciones, pues se han acomodado perfectamente a nuestro actual contexto sociocultural.
Ahora, la pregunta que se nos impone aquí es inevitable: si el primer disco de la Orquesta Narváez fue y es tan exitoso, ¿por qué no grabó más? Podemos presumir que la banda no grabó más por el hecho de que Discos Fania compró el sello Tico Records. Por un asunto de predominancia de mercado, esta compra tuvo como consecuencia que muchos músicos desaparecieran del mapa musical cuando Fania, emporio de negocios, adquirió no solo a Tico, sino también otros sellos como Vaya y Cotique.
El sonido de esta orquesta en ese único álbum de estudio (“Reincarnation” de 1975), es recordado y admirado hoy en día por los cultores de la SALSA DURA, como uno de los más originales, potentes y característicos de la auténtica SALSA neoyorkina; y esto gracias a sus arreglos musicales llenos de giros inesperados, de agresividad en los trombones y la percusión, y a mensajes desgarradores en las composiciones, que van desde la decepción amorosa (“El Malo”, “Negrita” y “Sabiduría”), pasando por el bandidaje (“La Mafia”), sello propio de la SALSA como representación de la situación social desafortunada de muchas comunidades latinas, y finalizando con el añoro por la tierra de los ancestros (“El amor de Puerto Rico”).
Pero Dewell Narváez no pasó a la historia con ese único trabajo. En el año 2013, y tras treinta y ocho años de ausencia en la escena musical, regresó con un nuevo trabajo musical y con una orquesta de lujo, conformada por admirables representantes de la salsa como Reinaldo Jorge, José Mangual, Milton Cardona, y los cantantes Frankie Vásquez, Ray Bayona y Renzo Padilla: una banda para deleite de los amantes de la música latina. Los músicos reunidos realizaron el disco titulado 65 Infantería, lanzado al mercado musical el 2 de noviembre de 2013, con nueve canciones de ritmo bravo como "El Otoño", "Vamos a Gozar", "Seguiré Cantando", "Bruja Maricua" y "65 Infantería". Se podría considerar el regreso -o, como dicen en inglés, comeback- más resonante de la historia de la máxima expresión del Barrio Latino.